En este punto del trabajo
hemos considerado importante introducir un testimonio personal de una
orientadora escolar que ha trabajado en un centro de educación especial y ahora
trabaja en este colegio concertado que está valorado como un centro de
integración. Creemos que puede servir a todos los docentes y los futuros
docentes, leer testimonios como éste, ya que así podrán visualizar más hacia la
práctica la manera de atender a niños con necesidades especiales además de los
recursos que existen para que su atención sea totalmente favorecida. En nuestro
caso, ya que el trabajo trata sobre los niños y niñas con deficiencia visual,
le hemos preguntado a esta psicóloga, que se llama Beatriz, de qué manera
aprendían en el centro estos niños y la relación que tenían con sus compañeros
así como las herramientas con las que contaban los docentes y los niños/as para
trabajar correctamente.
Primeramente, ella ha
decidido comenzar reflexionando con que trabajó en este centro de educación
especial hace ya algunos años y ha querido recalcar que las nuevas tecnologías
y los avances habrán permitido también progresar en el tema de los recursos que
se utilizan para trabajar con alumnos y alumnas que sufren una deficiencia
visual. En su caso, tenían un aparato que le llamaban “telelupa”, que era como un aparato de televisión con un visor
abajo, entonces ponías los libros debajo de ese visor y salía reflejado en la
pantalla, además la letra se podía poner más grande o más pequeña, por lo que
los alumnos que no tenían una deficiencia visual absoluta, incluso con
prismáticos podían ver las letras, y conseguían distinguirlas. Muchos libros en
braille y máquinas en braille pero lo que más se utilizaba eran los libros hablados: son los más
utilizados también actualmente, porque evidentemente los que tienen una ceguera
total de esta manera pueden aprender los contenidos de una manera más práctica,
y escuchando los temas se los aprendían, estos son los principales recursos que
se pueden utilizar sin contar los nuevos aparatos y los avances que se hayan
podido conseguir para que los niños y niñas con ceguera logren aprender
contenidos académicos. Por otro lado, Beatriz ha contado un caso que le impactó
realmente cuando estuvo trabajando en aquel lugar, y es que llegó un
adolescente de 18-19 años, que había tenido un accidente de tráfico y como
consecuencia del mismo se había quedado ciego, entonces le tuvieron que enseñar
todo el mundo de la discapacidad visual y lo recuerda como algo duro porque los
canales cerebrales para el aprendizaje eran mucho más lentos, tenía que adquirir
todo, desde la sensibilidad táctil, el braille… Aunque el alfabeto braille es fácil para las personas que pueden ver
para ellos cuesta más interiorizar ese tacto y ese proceso automatizado es
difícil de enseñar ya que no había nacido ciega, esa persona. Considera que la
lectura y la escritura permiten a los ciegos desenvolverse en el mundo, y
sabiendo leer consiguen tener ocio y llevar una vida más fácil que les permita
movilizarse. En el centro tuvieron una niña que tuvo una enfermedad que le iba
a suponer el quedarse ciega y enseguida el equipo especializado en discapacidad
visual aportó gran ayuda al centro para actuar correctamente ante este caso.
Beatriz hacía referencia a
que es importante normalizar la situación de estas personas, entre ellas se
encuentran muy felices e incluso asumen fácilmente su discapacidad pero
enfrentarse a la sociedad y a la vida en general, es más complicado pero para
eso estamos todos, para ayudar a que sea así, a que haya una normalización que
se encamine a la inclusión.
Este centro actualmente es
de integración, pero hace 12 años ni siquiera contaba con un departamento de
orientación por lo que es un proceso largo y difícil que los docentes, puesto
que además no habían tenido una formación basada en ello, fueran inclusivos y
supieran enseñar personalizando a cada uno de los alumnos, es decir, atendiendo
a las necesidades comunes de todos pero también a las necesidades específicas
de cada alumno, pero se ha conseguido muy satisfactoriamente, ahora los
profesores están concienciados y saben actuar como deben hacerlo dependiendo el
alumno que tenga delante suya.
Como conclusión, tras haber
escuchado el testimonio de Beatriz, todos debemos como futuros docentes
aprender a conocer a todos los alumnos como son, es decir, saber que la
diversidad del alumnado que nos podemos encontrar puede ser muy grande y
tendremos que saber responder a sus necesidades correctamente siendo su
andamiaje en el aprendizaje. Los ciegos no pueden ver pero aprenden igualmente
con otras fórmulas que debemos estar preparados para utilizar y para llevar a
la práctica además de contar con apoyos como equipos especializados u
orientadores.
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